El sábado 14 fuimos a éste Restaurante con área infantil y cuidadora los fines de semana.Hace algunos años, éste lugar tenía mucho pegue, se llenaba, ahora no.Un sábado a las 3pm, esperarías que hubiera más de 1 mesa, no? bueno, al llegar nosotros, ya éramos dos, y entendí porqué:
No es que esté caro, aunque barato tampoco es, dada la calidad no muy esmerada, del servicio.
De entrada, la música ambiental es horrible y a un volumen muy alto, cumbias, música tropical, muy muy desagradable, y no viene al caso ni con el nombre del lugar ni la decoración,luego, si algo me parece de muy mal gusto, es la tele en un restaurante, pero bueno, cuando hay partidos, lo entiendo, pero no era la situación, había un programa de Telerisa espantoso, ni remotamente relacionado con la horrible música.
Los meseros no podrían tener más cara de funeral, pobres, su fuente de ingresos sin clientes, pues sí, pero la cara de -no quiero estar aquí- no ayuda nada, el capitán de meseros ó recepcionista ó host, no sé qué era, vestido como bailarín de la Bamba veracruzana y barba de estudiante de Filosofía y Letras de la UNAM de los años '70. Luego ya se fajó la camisa/guayabera y se vió un poquitín mejor.
Tengo entendido que el personal que trabaja en contacto con alimentos, en un restaurante, no debe traer vello facial, por higiene y presentación, pero bueno.
La comida llegó a buen tiempo ,caliente y tenía buen sabor en porciones generosas.
El asunto del área infantil con nana:
El área para niños es de buen tamaño y tiene suficientes juegos para que se entretengan los niños, en la tele pusieron un programa de ballet muy interesante, que aunque podría aburrir a muchos nenes, me pareció mucho mejor que lo que pusieron en el salón de adultos.No hay manualidades ni nada que se le parezca.
La nana o cuidadora, bien, pero me dió la impresión de que los cuida con un método algo antiguo que no me agrada: la amenaza para el buen comportamiento.
niña: Qué hay atrás de ésa puerta?-
Nana: Un perro grande que te va a morder si la abres o te sales de aquí.
Híjole! No sé a otros niños, a la nuestra, no sólo no funciona meterle miedo, porque ni sabe qué es eso, no le teme a nada ni a nadie, sino que ama a los animales, así que sólo le picó la curiosidad por ver al "perro grande que te va a morder".
Otro ejemplo, la niña en el columpio la empuja con los pies, ok, lo que aplicaría es decirle que no se empuja y que se lo hará saber a sus papás, o que si lo hace no la dejarán seguir jugando ahí, algo así, ah!no!, qué hace la cuidadora? la empuja con más fuerza ella a su vez y le dice que no le diga a su mamá.
Qué fué lo primero que hace la susodicha niña? Pues sí! contármelo.
La nana no lo es, es cuidadora= vigilante.
Habiendo cada vez más, por suerte, restaurantes con oferta para familias con niños, con cuidadoras/entretenedoras/Montessori, ésta cuidadora no me gusta del todo.
En resumen, no lo recomiendo.
A menos que uno esté desesperado por ir a comer sin las constantes interrupciones de una niña de 4 años inquieta, eso sí, la nana consiguió que se acabara toda su carne y papas.Excelente por ahí.
Lo único de verdad valioso, es el trío que además de cantar bastante bien, no desafina nada.
Ahora, no he ido a desayunar ahí sin niños, entre semana, tal vez así, resulte un lugar muy distinto.
Ah! tiene valet parking y espacio de estacionamiento suficiente, para un restaurante sobre Ejército Nacional esquina con la lateral de Periférico, vale mucho.
miércoles, 18 de mayo de 2011
sábado, 7 de mayo de 2011
RESTAURANTE JAJALPA
Venimos llegando del Restaurante Jajalpa, www.jajalpa.com.mx
excelente opción para comer con los niños en fin de semana. Se recomienda hacer la reservación una semana antes, porque si se hace el mismo día, como en el IMSS, se acaban "las fichas" y ya no dan reservación, nosotros tuvimos que llegar así, sin haberla hecho, pero no esperamos mucho, aunque queríamos mesa afuera, no hubo, eso sí, a media comida se desocupó una y nos cambiaron!
Hay algo que debo decir de éste lugar: el servicio es impecable.Me recordó al tipo de servicio inglés del Four Seasons, ó al francés del Fouquet's de París, no se les va ni un detalle.
Y éso es lo que para mí, valió el precio.Me habían comentado que era caro, sí, algo, pero no se me hizo tanto como imaginé y desde luego que vale pagarlo, les cuento.
Para empezar, las niñeras, son eso, niñeras, no cuidadoras, y aquí quiero hacer una distinción, restaurantes con área infantil, hay varios, que resulte amena y divertida para los peques, un poco menos, que además tenga cuidadoras, unos pocos, que tengan niñeras, sólo éste.La cuidadora los vigila, la niñera se le pega como su nana personal y lo acompaña TOOODO el tiempo! Se vuelve SU nana, como la que vive con él en casa.
Eso es invaluable si lo que quieres es de verdad disfrutar tu comida sin interrupciones y sin la tortícolis de estar, como faro, buscando con la mirada al chamaco a cada rato, aquí te alivianan tanto la cosa, que podrías irte sin el niño si te descuidas, de lo a gusto que está.
Hay juegos, pero no se llenan porque tienen distracciones mejores, una pequeña granja con animalitos, una carpa del Profesor Chiflado, un paseo en carreta jalado por un hermoso percherón(muy bien cuidado, aunque ya se veía bastante cansado, el pobre), golfito, manualidades, y unas 5 hectáreas de jardín. El estacionamiento es para 100 coches y lo estacionas tu solito, eso me encanta porque yo vivo odiando a los franeleros con permiso: los valets.
Los capitanes de meseros, sí, hay varios, pasan preguntando si estás bien, si necesitas algo, tienen detalles como las tortillas, no tienes que pedirlas, cuando llegas a la última, ya te trajeron más, cuando estás por pedir otra bebida, cerveza, por ejemplo, ya te la tienen lista, sin preguntarte de nuevo la marca que estabas tomando.
Las porciones son generosas, excepto el coctel de camarón, ahí sí que les falló, no está muy bueno, es pequeñito, la presentación no tiene imaginación y cuesta $110 pesos, la cerveza,$48, la michelada $52.
Una vez que nos pasaron a la mesa de afuera que queríamos, sentí que nos apresuraron un poquito, había bastante gente esperando lugar, y no se presta para quedarte cotorreando haciendo sobremesa. Pero bueno, hay que manejar en carretera, no puedes beber a gusto si eres el conductor resignado! Como yo no iba manejando, me hubiera gustado quedarme sentada un rato más y pedir mi digestivo, nosotros somos de los que se eternizan horas bebiendo y platicando, y dada la distancia y la gente esperando, no se pudo.
Las niñeras traen uniforme y sólo les das su propina, que en mi opinión, debería ser buena, porque te cuida al niño en exclusiva.
En resumen, nos encantó, altamente recomendable, ahora, sólo habría que hospedarse en el hotel de junto, la Hacienda Jajalpa, para que todo fuera perfecto!
excelente opción para comer con los niños en fin de semana. Se recomienda hacer la reservación una semana antes, porque si se hace el mismo día, como en el IMSS, se acaban "las fichas" y ya no dan reservación, nosotros tuvimos que llegar así, sin haberla hecho, pero no esperamos mucho, aunque queríamos mesa afuera, no hubo, eso sí, a media comida se desocupó una y nos cambiaron!
Hay algo que debo decir de éste lugar: el servicio es impecable.Me recordó al tipo de servicio inglés del Four Seasons, ó al francés del Fouquet's de París, no se les va ni un detalle.
Y éso es lo que para mí, valió el precio.Me habían comentado que era caro, sí, algo, pero no se me hizo tanto como imaginé y desde luego que vale pagarlo, les cuento.
Para empezar, las niñeras, son eso, niñeras, no cuidadoras, y aquí quiero hacer una distinción, restaurantes con área infantil, hay varios, que resulte amena y divertida para los peques, un poco menos, que además tenga cuidadoras, unos pocos, que tengan niñeras, sólo éste.La cuidadora los vigila, la niñera se le pega como su nana personal y lo acompaña TOOODO el tiempo! Se vuelve SU nana, como la que vive con él en casa.
Eso es invaluable si lo que quieres es de verdad disfrutar tu comida sin interrupciones y sin la tortícolis de estar, como faro, buscando con la mirada al chamaco a cada rato, aquí te alivianan tanto la cosa, que podrías irte sin el niño si te descuidas, de lo a gusto que está.
Hay juegos, pero no se llenan porque tienen distracciones mejores, una pequeña granja con animalitos, una carpa del Profesor Chiflado, un paseo en carreta jalado por un hermoso percherón(muy bien cuidado, aunque ya se veía bastante cansado, el pobre), golfito, manualidades, y unas 5 hectáreas de jardín. El estacionamiento es para 100 coches y lo estacionas tu solito, eso me encanta porque yo vivo odiando a los franeleros con permiso: los valets.
Los capitanes de meseros, sí, hay varios, pasan preguntando si estás bien, si necesitas algo, tienen detalles como las tortillas, no tienes que pedirlas, cuando llegas a la última, ya te trajeron más, cuando estás por pedir otra bebida, cerveza, por ejemplo, ya te la tienen lista, sin preguntarte de nuevo la marca que estabas tomando.
Las porciones son generosas, excepto el coctel de camarón, ahí sí que les falló, no está muy bueno, es pequeñito, la presentación no tiene imaginación y cuesta $110 pesos, la cerveza,$48, la michelada $52.
Una vez que nos pasaron a la mesa de afuera que queríamos, sentí que nos apresuraron un poquito, había bastante gente esperando lugar, y no se presta para quedarte cotorreando haciendo sobremesa. Pero bueno, hay que manejar en carretera, no puedes beber a gusto si eres el conductor resignado! Como yo no iba manejando, me hubiera gustado quedarme sentada un rato más y pedir mi digestivo, nosotros somos de los que se eternizan horas bebiendo y platicando, y dada la distancia y la gente esperando, no se pudo.
Las niñeras traen uniforme y sólo les das su propina, que en mi opinión, debería ser buena, porque te cuida al niño en exclusiva.
En resumen, nos encantó, altamente recomendable, ahora, sólo habría que hospedarse en el hotel de junto, la Hacienda Jajalpa, para que todo fuera perfecto!
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